Los familiares, a menudo tienen la dolorosa experiencia de que sus intentos de aliento no son exitosos. Pero no es de extrañar: en esta fase, todo el pensamiento, el sentimiento y el comportamiento están contaminados por el ánimo depresivo. Es por esto que, incluso un consejo bien intencionado como «Ve al jardín, porque el sol está brillando» tiene poco sentido o incluso puede causar sentimientos de culpa en los afectados porque no son capaces de cumplir con esta sugerencia. Sin embargo, puede ayudar al paciente a estructurar su día. Evite las demandas excesivas. En una depresión severa, es posible que usted también deba tomar decisiones por la persona afectada u organizar cosas para él. Incluso ayudarlo a llenar el calendario del estado de ánimo puede servir como material para revisar en la próxima consulta médica. Y recuerde siempre: es muy importante que el familiar no se derrumbe y para esto, le sugerimos buscar alivio activamente. De este modo, será un apoyo duradero y sólido para la persona afectada.
Las tendencias suicidas
Las ideas y pensamientos suicidas no son infrecuentes en la fase depresivas. Como es comprensible, la presencia de estas ideas causa una gran preocupación entre los familiares. Lo importante, es enfrentar estos temores y tener el valor de abordar el tema en forma clara y directa. Hable con la persona afectada acerca de sus pensamientos o posibles intenciones suicidas y esté atento a si la persona lo expresa de manera indirecta. Escuche atentamente y tómelo en serio. Si fuese necesario, hable con el médico o terapeuta que lo atiende. Busque apoyo usted mismo o solicite asesoramiento de un experto, por ejemplo, en grupos de autoayuda, en un servicio o clínica de psiquiatría, centro de ayuda online (El MINSAL ofrece un servicio de información, Salud Responde, en el teléfono 600 360 7777. Para más información http://web.minsal.cl/dia-mundial-de-la-salud-2017-depresion-hablemos/). En casos urgentes, es decir, en caso de riesgo de suicidio agudo y si el servicio psiquiátrico o social no está disponible, llame al servicio médico de urgencia y si es preciso a la policía.
Por último, pero no por ello menos importante: Desafortunadamente la afirmación que se repite a menudo «¡Quién habla de suicidio, no se mata a sí mismo» es definitivamente errónea!